El aumento sin precedentes de la demanda de madera a raíz de la crisis del Covid-19, la escasez de materia prima que provoca la rotura de stocks en los almacenes, principalmente de productos de primera transformación; unido un aumento desorbitado de los precios en los últimos meses, hace que el sector de la madera esté sufriendo un desabastecimiento nunca antes visto. Y todo ello en pleno auge de crecimiento del sector del hábitat. Hablamos con empresarios, expertos y asociaciones para conocer de cerca la problemática y sus posibles soluciones.
El sector del hábitat ha experimentado un terremoto tras los primeros meses desde que se inició la crisis del Covid-19. Y es que, después de una primera fase de parón y bloqueo de la producción, le sucedió un aumento inusitado de la demanda, tanto de mueble como de materia prima para la reforma de viviendas.
Rafael Porcar, técnico en la sección de Análisis de Mercados y estrategia de Aidimme, explica en un artículo publicado en el blog Estrategias del Hábitat, que el sector de la madera se encuentra al rojo vivo: “con altas ventas en el primer trimestre, grandes expectativas para el segundo trimestre y, en consecuencia, un fuerte desequilibrio entre la demanda y la oferta, que está provocando tensiones en toda la cadena de suministro derivadas de la subida de precios de materias primas y en la energía; así como retrasos en las entregas, reducción de márgenes y subida de precios de producto final”. Juan Picos, profesor del departamento de Ingeniería Medioambiental y Recursos Naturales de la Universidad de Vigo, habla de que estamos volviendo a valores, en cuanto a precios, similares a la época de la burbuja inmobiliaria.
Estados Unidos y China, parte del problema
Durante una jornada organizada por Unemadera el pasado verano, Picos afirmaba que en un contexto de mercado globalizado, podríamos hablar de la teoría de la mariposa que bate las alas en la otra punta del mundo y genera un terremoto a miles de kilómetros. El aumento de la demanda de madera por parte de Estados Unidos está, en gran parte, detrás del problema del incremento de los precios y la rotura de stocks.
Explica Juan Picos que la construcción de viviendas en este país no ha dejado de crecer desde 2010, y está empezando a importar madera de Europa al no poder ser autosuficiente. “Esa madera que proviene, por ejemplo, de las grandes masas forestales de los Países Nórdicos, debería ir destinada al resto de países europeos y, sin embargo, está saliendo de la zona comunitaria”.
China, por su parte, se ha convertido en otro gran importador de madera aserrada, provocando entre ambos países un amuento en la presión del mercado. Por tanto, “la rotura de stocks no ha sido a causa de la Pandemia”, sino que ya existía presión en el mercado, y la crisis mundial ha hecho saltar el tapón de la botella.
Almudena García, presidenta de AEIM (Asociación Española de Comercio e Industria de la Madera), expone que el aumento de precio de la madera responde a la tendencia a nivel mundial que se está produciendo en el abastecimiento de materias primas en general, no solo de madera. «Se debe a una caída general de la producción como consecuencia de la Pandemia y a los problemas logísticos en los puertos, y en el transporte en general, debido también al Covid-19”. No obstante, puntualiza, “las variaciones en los precios están afectando de forma distinta a los diferentes productos”.
Así, por ejemplo, las vigas laminadas son las que primero han reflejado una estabilización y corrección a la baja, “quizás porque su subida ha sido muy acusada”. Sin embargo, en productos de primera transformación (como la tabla y el tablón), “la subida no ha sido tan grande, y mientras los aserraderos no se vean con stocks, intentarán mantener unos precios muy rentables”.
Para Juan Luis Salvador, presidente de la Asociación de Mobiliario de Cocina, la situación es altamente preocupante, ya que resulta casi imposible en estos momentos conseguir la cantidad de tableros que precisa el mercado de su sector, con una elevadísima demanda. “En un momento de crecimiento del sector de mobiliario de cocina tan bueno, no podemos abastecernos y hay una rotura de stocks que está afectando a los plazos y restringiendo nuestra capacidad de crecimiento”.
El canal minorista, gran perjudicado por la rotura de stocks
Respecto a los precios, Salvador afirma que se han disparado con respecto a hace 7 u 8 meses. “Nuestros proveedores de tableros habituales hacen subidas de precio razonables, pero establecen unos cupos por la escasez de materia prima”. De esta forma, muchas empresas se ven obligadas a buscar nuevos proveedores, “en cuyo caso imponen subidas de hasta el 130%. Es inasumible por parte del fabricante”. Sentencia Juan Luis. ¿Y quién paga el pato? El comercio tradicional y los consumidores finales. “El gran perjudicado en esta situación es el canal minorista, ya que las grandes empresas, como Leroy Merin o Ikea sí tienen los recursos para asumir la subida de precios sin repercutirla en los consumidores”.
Sin espacio para la negociación
Del mismo modo percibe el problema Ana Ferrero, directora general de Majofesa: “estamos viviéndolo con mucha incertidumbre en las compras, por si el mercado no acepta la subida tan alta de la materia prima, y en una pelea constante con los clientes y proveedores”. A pesar de lo complicado que fue 2020 y el comienzo de 2021, asegura que el volumen de ventas hasta el momento es bueno.
En Molduras Alto Turia acusan la montaña rusa de precios en que viven sumergidos. Su CEO, Alejandro Bermejo, cuenta que “nos vemos obligados a cambiar de tarifa cada trimestre”. Algo que califica de inédito en sus 21 años de trayectoria. “El problema no es únicamente el precio, sino la falta de suministro que obliga a comprar al precio que sea para evitar parar la producción”. Esto no les deja espacio para la negociación, repercutiendo, como decimos, en el precio final.
El problema de los fletes
Si bien existen notables divergencias en el precio de los fletes y su incremento en función de las rutas marítimas, buena parte de los mercados occidentales están sufriendo la congestión de los mayores puertos internacionales y las graves tensiones en el transporte internacional, provocando la rotura de stocks (ya sean materias primas como producto finalizado). Según una encuesta realizada por Cámara Valencia en junio de 2021, en la Comunidad Valenciana más del 90% de las empresas industriales sufre los problemas derivados de esta coyuntura.
¿Cuánto va a durar esta situación de escasez?
Hay dos aspectos que pueden considerarse para tratar de predecir cómo va a resolverse la situación. El primero de ellos es la evolución del mercado de futuros de la madera, que se toma como indicador anticipado de la demanda futura de madera. Según el artículo de Rafael Porcar, el mercado de futuros alcanzó un máximo de 1.502 euros por mil pies de tabla (equivalentes a 2,36 metros cúbicos) en abril de 2021; llegando a un máximo de 1.711 euros el 10 de mayo. A partir de aquel momento, los precios han comenzado a descender, hasta los 1.310 euros para cerrar el mes de mayo.
El otro aspecto a tener en cuentar es la vuelta a la normalidad y, con ella, el descenso de la demanda. Es decir, que poco a poco, y a medida que avanza la vacunación y se estabiliza la incidencia del Coronavirus en España, el gasto volverá a repartirse más equitativamente entre aquellas partidas afectadas por la Pandemia: el ocio y los viajes. Esto afectará a la demanda de madera para fabricación de mueble y realización de reformas en viviendas.
Estabilización de precios sin descenso acusado
En la misma línea se expresa Alejandro Bermejo, cuando dice que “la demanda es alta porque la población mundial ha sustituido el ocio por los bienes de consumo durante un tiempo, y hasta que esto no se regularice no volveremos a la normalidad de suministros y precios”. No obstante, asegura, “no veo que volvamos ya a las tarifas de 2019”.
Desde AEIM, sin embargo, se muestran moderadamente más optimistas. “Ya hemos observado una estabilización de los precios a finales del mes de junio y una corrección a la baja en ciertos productos”, comenta su presidenta Almudena García. Así, los precios en algunas maderas parece que tocaron techo antes de las vacaciones de verano. “Estamos muy pendientes de la evolución una vez finalice el mes de septiembre”.
“La escasez de materia prima terminará, pero no tenemos claro que los precios desciendan”, dice Juan Luis Salvador desde AMC. “Creemos que los precios van a estabilizarse, pero no a bajar. Es una mala solución y no supone un gran consuelo”.
Vivimos en un mercado libre
Debido a los mecanismos del mercado de libre comercio, las Instituciones poco o nada pueden hacer para paliar la crisis de excasez y aumento de precios de la madera. Así lo ven los profesionales del sector. “Es un tema de oferta y demanda, la demanda ha sido muy grande y debido a las paradas de los aserraderos durante el confinamiento y la cancelación de pedidos por miedo de que los mercados se hundieran, ha resultado en una baja productividad de materiales”, dice Ana Ferrero, de Majofesa.
Desde AMC coinciden en que no se pueden controlar las fluctuaciones de un mercado libre. Sin embargo, como dice Salvador, “podrían supervisarse los movimientos especulativos para que se produzcan dentro de las reglas del mercado y haya más transparencia”.
Posibles soluciones a la rotura de stocks
Juan Picos, de la Universidad de Vigo, recomienda alianzas entre empresas para hacer frente juntos a la situación: “organizar grupos de compra o compartir productos y mercados podría ayudar”. Entretanto, desde las asociaciones, a través de la Federación Hábitat de España se están iniciando conversaciones con el Ministerio de Industria para que apoyen al sector del hábitat. “Al Gobierno le interesa que el hábitat crezca, porque es un sector que genera empleo y riqueza”, asegura Juan Luis Salvador.
Ser autosuficientes en
En la misma línea de esta opinión, Alejandro Bermejo, quien también es presidente de Fevama, dice que “somos un sector en auge para los próximos años por varios motivos, entre otros las ayudas para rehabilitación de viviendas (Next Generation) y la tendencia a usar materiales totalmente renovables, como los comercializados/producidos por nuestro sector”.
A largo plazo, los expertos coinciden en que la solución a los problemas de rotura de stocks y la especulación pasa por ser autosuficientes, aumentando nuestra masa forestal y modificando sus usos. “La demanda de madera es un dato positivo, pero para hacerle frente debemos lograr ser autosuficientes y descarbonizarnos”, afirma Juan Picos. “Y para eso faltan muchos años y mucho trabajo por delante”.
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