Estábamos en los inicios de la pandemia cuando el chef Toño Pérez y Jose Polo, propietarios y alma mater de Atrio Restaurante Hotel en Cáceres, decidieron invertir en un local existente ubicado al lado de éste, que acababa de cerrar sus puertas. El nuevo espacio se convertiría en el Restaurante Torre de Sande, gracias al proyecto de interiorismo de Trenchs Estudio.
El histórico edificio perteneciente a la familia del vizconde de Roda Pérez alberga el Restaurante Torre de Sande, un asador basado en un producto extremeño de alta calidad, como es el cerdo ibérico y una elaboración muy tradicional, que se transforma en un punto de encuentro del cliente local, dando una alternativa gastronómica más relajada que el Atrio.
Recuperar la esencia de un palacio medieval
Trenchs Studio se ha encargado con el máximo cuidado del interiorismo del restaurante, que se sitúa en un palacio medieval, en una de las 22 torres del centro histórico de Cáceres que a finales del siglo XV fueron desmochadas por orden de los Reyes Católicos. Dicha torre es la Torre de Sande, que da nombre al restaurante y se distingue del resto por su esbeltez y por estar cubierta de una frondosa hiedra.
El espacio existente estaba formado por varias salas abovedadas y un gran patio, que anteriormente se había cubierto parcialmente con un cobertizo. El inquilino anterior lo había transformado, perdiendo parte de la historia y también los materiales originales del local, disfrazándolo con ornamento superfluo.
Uso de materiales tradicionales en el Restaurante Torre de Sande
La intención del proyecto para el Restaurante Torre de Sande es la recuperación de la esencia del palacio, a la vez que genera un ambiente acogedor y elegante, con la utilización de materiales tradicionales como base. Para ello, se ha utilizado revoco de silicato de cal para resaltar las bóvedas, cantería de granito local en los pavimentos, cerámica local para los aseos y mobiliario contemporáneo de inspiración tradicional, en madera maciza de roble y cinta trenzada.
El cobertizo se ha convertido en un porche más noble, cubriéndose como un chozo típico extremeño que se une visualmente con el patio restante, compartiendo el mismo pavimento de adoquín portugués. Tres enormes espejos enmarcados en negro, que parecen estar apoyados en el suelo, aportan mayor luminosidad al espacio y reflejan el verde de las plantas del patio.
La iluminación cálida es otro de los puntos fuertes del proyecto, que ayuda a potenciar su aire palaciego. Gracias a la selección de las luminarias adecuadas para cada espacio se ha conseguido generar un ambiente intimista y acogedor, aún con los techos tan altos de las bóvedas en el interior. Son varios los guiños al pasado histórico del Restaurante Torre de Sande, como los cántaros de barro que decoran estanterías suavemente iluminadas en los baños. Todo ello en contraste con el mobiliario el iluminación contemporáneos de Andreu World, Santa&Cole o Dadra Barcelona.
