Por Eva Santos, Hörn Studio
Es muy importante que a la hora de diseñar nuestros espacios interiores, tengamos en cuenta que los materiales y objetos que forman parte de los acabados y de la decoración sean compatibles con nuestra biología humana, que no comprometan nuestra salud por tener en su composición sustancias químicas que puedan resultar nocivas. es lo que se conoce como biohabitabilidad.
Para estas navidades hay que fijarse en que un diseño bonito y decorativo de nuestros hogares puede ser compatible con materiales saludables que no supongan un riesgo para nuestra salud. Vamos a aplicar la biohabitabilidad y centrarnos en preparar una mesa saludable en la que poder disfrutar estas fiestas, descartando todo aquello que tenga una composición sintética que pueda resultar tóxica por contacto, inhalación o ingestión.
Biohabitabilidad o cómo lograr una mesa saludable
La mantelería. Lo primero que debemos preguntarnos a la hora de poner la mesa es: ¿qué tejidos serían los más saludables? Lo más adecuado para la biohabitabilidad de la mesa son los tejidos naturales como el algodón orgánico, el lino o el ramio, que provengan de un cultivo sostenible donde no hayan utilizado sustancias químicas ni durante su cultivo -como los pesticidas- ni durante su fabricación y procesado.
La vajilla. A pesar de que los objetos destinados al uso alimentario tienen unos controles muy estrictos de su composición, muchos de los materiales utilizados en el tiempo ahora sabemos que han podido causar efectos adversos en nuestra salud. La biohabitabilidad exige que nuestras vajillas estén libres de plomo y cadmio, ya que pueden migar a los alimentos. Y sabemos que pequeñas cantidades de plomo puede provocar problemas de salud graves.
En caso de duda, siempre es mejor escoger un material natural, saludable y, sobre todo, inerte como es el vidrio. Es un material que no contiene productos químicos nocivos y que además se puede reciclar tantas veces como sea necesario.
La cristalería. Al igual que las vajillas, hasta hace unos años siempre llevaban plomo para conseguir ese acabado brillante que las caracterizaba; pero ya tenemos opciones como el Tritan Crystal Glass®: una aleación libre de plomo, copas de cristal 100% sin plomo fabricadas con titanio, saludables para nosotros y para el medio ambiente. En cualquier caso, el vidrio volvería a ser una buena opción para una mesa decorada con criterios de biohabitabilidad.
La cubertería. Suele ser de acero inoxidable 18/10. Es decir, 18% cromo y 10% de níquel. Si tenemos la posibilidad, es preferible optar por una cubertería 18/0, esto quiere decir que lleva 0% de níquel, por lo tanto más saludable.
Las velas. Son muy habituales en nuestras comidas y cenas navideñas, pero la mejor alternativa serían las velas naturales de cera de abeja o de soja. De esta manera evitaríamos estar expuestos a la combustión de las velas de parafina, un derivado del petróleo nada adecuado para alcanzar la biohabitabilidad en la mesa.
Los adornos decorativos más “sanos” son los centros naturales. Mejor evitar los adornos plásticos, nuestra salud y la del planeta nos lo agradecerán. Utilizar pequeños centros de plantas para decorar nuestras mesas nos aportará una sensación de bienestar, al estar en contacto con la naturaleza.
Y por último y lo más importante, es el aire. En estos momentos en los que tenemos que cuidar más nuestra salud, qué mejor que utilizar aceites esenciales. Un difusor con los aceites adecuados nos ayudará a mantener el ambiente limpio y aportará humedad. Además, si lo que buscamos es aromatizar nuestro hogar con esos olores tan navideños, recomendamos una mezcla de aceites de naranja, canela y jengibre.
Eva Santos y Hörn Studio
Eva Santos es la fundadora de Hörn Studio, un estudio de interiorismo saludable creado para ayudar a que nuestros espacios sean lo más sanos posible. Lo integran un equipo de profesionales y colaboradores con experiencia en proyectos saludables, como asesores en Biohabitabilidad y expertos en desarrollo y aplicación de medidas de salud y bienestar en espacios interiores.