Todo lo visible y lo invisible
La interiorista Susanna Cots lleva años trabajando el interiorismo emocional. Una forma de crear espacios que prima el bienestar de las personas que los van a vivir, a través de elementos “invisibles” como la luz, los materiales, la distribución… Tan sencillo y tan complicado a la vez en un momento en que todos buscamos que los espacios públicos nos hagan sentir ‘seguros’.
Trabajar los espacios como un `todo´ es mi forma de entender el interiorismo emocional. Del mismo modo que en la persona buscamos la unión cuerpo-mente, en los espacios trabajamos el binomio distribución-emoción. Sin modas, sin banalidades, espacios que fluyan con lo esencial y que estén más comprometidos con el medio ambiente. En definitiva, espacios más conscientes.
El objetivo es generar bienestar emocional, un bienestar que es producto de un estatus neurobiológico condicionado por el entorno. ¿Y cómo se logra ese bienestar? Con lo que nosotros llamamos “elementos invisibles” en interiorismo, desde hace muchísimos años. Son esos elementos que no se perciben a nivel visual pero sí los sientes en sensación, como es el caso por ejemplo de la luz, el elemento invisible protagonista y el gran modulador emocional; el color, la naturaleza, la distribución, el concepto, el discurso del proyecto… Son elementos primordiales para que un espacio fluya, pero que resultan imperceptibles a simple vista.
Trabajamos y armonizamos estos elementos invisibles mediante la observación, la escucha y el estudio del impacto en las emociones y en los estados anímicos que produce un espacio. Nuestro fin es armonizarlo con la persona.
El reto de los espacios sanitarios
En cuanto a los espacios sanitarios, ahora más que nunca hay que reflexionar y avanzar para reformular los entornos de salud para que nos acojan. En ellos, ahora más que nunca, la luz, nuestro gran modulador emocional, nos debe acompañar y abrazar, haciéndonos sentir protegidos. Tenemos que aprender a no banalizar los espacios con material superfluo.
El bienestar psicológico y emocional está condicionado por el entorno. Hay entornos promotores de formas de vidas autónomas, saludables y felices. Debemos crear espacios que busquen la activación de respuestas positivas de bienestar mediante las percepciones lumínicas, visuales y olfativas, para que contribuyan a vivir de una manera más saludable.
Desde nuestro estudio llevamos años estudiando y aplicando cómo los espacios pueden influir en nuestras emociones y llegar así a convertirse en espacios terapéuticos. Ahora más que nunca ha llegado el momento de sentirlo.
Un ejemplo: la Clinica Sant Josep
Los humanos somos susceptibles de modelar nuestro estado de ánimo según los objetos que nos rodean. Esta premisa científica marca el `leitmotiv´ de este proyecto, que ha recibido el reconocimiento internacional de los German Design Awards por la aplicación del “interiorismo emocional”. Y lo hacemos a través del confort, la naturaleza y la luz.
Los espacios clínicos son, por lo general, entornos donde la mayoría de la gente tiene los estados de ánimo alterados o en alerta, pasando por muchos factores: inquietud, cansancio, alegría, dolor, entre muchas otras emociones. El espacio debe ofrecer una sensación de confianza y de abrazo para sentir que estamos en el sitio adecuado. Trabajamos la Clínica Sant Josep desde la emoción y el abrazo. La luz es la gran protagonista del proyecto y está presente de manera muy sutil en toda la clínica. Nos acompaña en todo momento sin invadir nuestra presencia. La incorporación de materiales nobles y el guiño a la naturaleza nos ayuda a crear el confort visual necesario para sentirnos relajados y serenos en todo momento. El olor es otro gran elemento invisible que también hemos trabajado con énfasis para que el visitante sienta que le da la mano en todo momento.
Un espacio puede facilitar un entorno de recuperación, un entorno saludable y, en definitiva, un entorno terapéutico. El diseño y el interiorismo, sin duda, pueden ayudar en la estructuración de las rutinas de la vida diaria de una forma más eficiente y saludable. Podríamos decir que los espacios tienen un lenguaje propio, solo hay que saber leerlos y escucharlos, y saber también canalizar las emociones que fluyen en ellos para que nos sintamos cómodos y seguros.
Susanna Cots. Trayectoria
Susanna Cots lleva 19 años al frente de su estudio de interiorismo, con sede en Begur, en la región catalana de L’Ampurdá, y con una delegación en Hong Kong. Su trabajo ha sido reconocido por prestigiosos premios internacionales como el German Design Award (2020) por la Clínica de Sant Josep, el Luxury Lifestyle Award y el Lux Life (Reino Unido, 2017 y 2018), y los Idea Top Award (China, 2012 y 2013).
Publicado en la revista spaincontract nº. 40