Gabriel Teixidó se define a sí mismo como un diseñador “bastante” industrial, ajeno a las modas. Su forma de trabajar, en solitario, da como fruto unos diseños austeros y alejados del exhibicionismo formal. Esta discreción y eficacia le han convertido en un eterno superviviente dentro del panorama de diseñadores industriales españoles. 

Se estableció como freelance en 1972 y, desde entonces, no ha dejado de realizar nuevos proyectos. Convirtió sus ideas en éxitos comerciales, que él atribuye a su sólida base industrial y conceptual. A lo largo de su trayectoria, sus diseños han recibido numerosos premios. Una de las áreas principales de su trabajo es el mobiliario, piezas tecnológicamente sofisticadas que crea para un gran número de firmas como Andreu World, Kendo Mobiliario, Enea, Oken, Joker, Grassoler, Disform, Grupo T, Aridi, Biok, Point, Ondarreta, Capdell, Carpyen… Hábitat Valencia 2023 realizó una exposición homenaje a su trayectoria con una selección de unas 25 piezas, todas ellas actualmente en el mercado, diseñadas entre 1981 y 2023.

¿Tiene alguna pieza favorita?

Cada una de ellas tiene aspectos diferentes que las hacen mis favoritas, pero, dentro de ellas, la lámpara “Tema” de 1981, editada por Carpyen, por su permanencia en el tiempo, es mi preferida. Recuerdo que cuando la vio Fernando Amat, de Vinçon, dijo “no hagas más lámparas, esta no la superarás”, pero no le hice caso…

Ha trabajado para firmas líderes del sector. ¿Cuáles son las claves para que un diseño se convierta en un éxito comercial?

No hay un sistema, pero creo que lo primero es escuchar, pensar, bocetar y después proyectar… La empatía, pensar una estrategia, dar valor real a las cosas, no seguir las tendencias del momento e intentar crear tendencia darán como resultado productos diferenciados que perdurarán en el tiempo.  

Dicen de su diseño que es ajeno a las modas. ¿Cómo definiría sus diseños? ¿Cuál es su principal premisa?

La moda es efímera y si la sigues, cuando el producto esté terminado, posiblemente ya estará cambiando. Además, las tendencias hacen que todo sea más o menos igual y entonces tienes que hacerte una pregunta: ¿Por qué me comprarán esto a mí y no a otro? ¿Por precio? Siempre hay uno más barato que tú. Así que intento hacer productos de largo recorrido, que aporten algo, resueltos industrialmente y que sean objeto de deseo.

«Siempre he defendido que la oficina debía tener un aspecto más humano»

¿Mobiliario de hogar o mobiliario de oficina? ¿Con cuál se siente más cómodo diseñando? 

Ambos. Pero sí es cierto que en el mobiliario de oficina se invierte más en sistemas de fabricación, eso permite hacer propuestas más diferenciadas. En el de hogar todo es más simple, pero todo en general más igual, lógicamente con excepciones. Creo que este es el reto, la solución a esto posiblemente sea “pensar más y diseñar menos”.

¿Se está estrechando la frontera entre ambos?

La clave es trabajar desde casa o en tu empresa. Según algunos estudios, está ganando hacerlo en la empresa, el problema es que en la mayoría de casos el puesto de trabajo está demasiado lejos… Pero este es otro tema. Personalmente, siempre he defendido que la oficina debía tener un aspecto más humano, más cálido, en definitiva, lo que hoy es tendencia. En 1977 diseñé un programa de oficina, “serie Cable”; fue un proyecto profético porque hoy estaría perfectamente al día, muchas veces me he preguntado cómo pude hacerlo y la conclusión es que no tenía información de nada ni miedo al fracaso, la divina inconsciencia de juventud… El 100% fue creatividad.

Gabriel Teixidó: «La moda es efímera y si la sigues, cuando el producto esté terminado, posiblemente ya estará cambiando»

¿Cómo valora la cultura actual del diseño en nuestra industria de mobiliario? ¿Cómo ha evolucionado?

Han cambiado muchos aspectos en poco espacio de tiempo, básicamente social y tecnológicamente, en un mercado globalizado todo va muy rápido y el exceso de información da a las tendencias una fuerza desmesurada que antes no existía; por consecuencia, provoca una uniformidad en conjunto llamado “tendencia”. El resultado es que cuesta encontrar nuevas ideas que te sorprendan. La creatividad es algo sutil y que a veces queda en segundo plano, lógicamente no se puede generalizar, algo hay de eso, pero no todo es malo… Por otra parte, las nuevas tecnologías nos permiten ver lo que estamos haciendo en directo, modificar, imprimir una idea en 3D o enviar archivos para la fabricación al otro lado del mundo en segundos. 

¿Nos quedan asignaturas pendientes?

Siempre. 

¿Y a Gabriel Teixidó? ¿Tiene alguna asignatura pendiente?

Me gusta tener asignaturas pendientes. Si ya lo hubiese hecho todo, nada tendría sentido.

Sigue a Gabriel Teixidó en Instagram: @teixidogabriel y puedes leer la entrevista completa en el Periódico El Sector n. 146