¿Qué tienen en común Kandinsky, Paul Klee, Lilly Reich, Van der Rohe, Marianne Brandt, Marcel Breuer y Grete Stern? El arte, sí. El diseño, también. Pero sobre todo: la Bauhaus, la escuela alemana que sentó los fundamentos académicos del diseño industrial y gráfico. De sus aulas salieron los grandes representantes del movimiento moderno y en su legado se hallan piezas que hoy ocupan un importante lugar en el diseño y que continúan de plena actualidad. También en la arquitectura. Y en la cartelería, tipografía, pintura, fotografía, escultura… La Escuela Bauhaus, casa de construcción en alemán, sigue en nuestras vidas, aunque no lo sepamos. Y firmas internacionales reproducen muchos de sus diseños.
Creada en 1919, fue la primera escuela de diseño y se erigió en la vanguardia artística de comienzos del siglo XX. Su influencia se multiplicó mientras se incrementaba el acoso del nazismo hacia ella, que consideraba su arte degenerado, sus ideales próximos al comunismo y a sus integrantes, simpatizantes del judaísmo. Hasta que en 1933, dirigida entonces por Van der Rohe, el gobierno alemán, ya con Hitler al frente, cerró la escuela. En realidad, el acoso y el cierre propiciaron el exilio de muchos de sus profesores y estudiantes, que acabaron extendiendo su arte y diseño por todo el mundo.
Todos somos artesanos
La Escuela Bauhaus supuso el nacimiento de nuevos conceptos en el diseño y la creación artística. El valor de la artesanía fue una de sus grandes reivindicaciones: No hay diferencias entre un artesano y un artista. Decía Walter Gropius, fundador de la Bauhaus, «arquitectos, escultores, pintores, ¡todos somos artesanos!». Acercar esa artesanía a la industria fue uno de sus grandes objetivos. Se trataba de aplicar ese arte a la creación de objetos de consumo asequibles para el gran público.
Función y forma
La forma sigue a la función. El diseño se aplica a la función del objeto. La funcionalidad es lo primero y posteriormente, la estética.
Simplicidad y minimalismo
Simplicidad, efectividad y minimalismo. Less is more, dijo Van der Rohe. Los objetos son bellos en sí mismos, no necesitan ornamentaciones añadidas. Las formas, mejor geométricas y simples: cuadrado, triángulo, círculo. Las tipografías, sans serif, sin remates. Y los colores, primarios.
Materiales reales e innovación
Los materiales deben reflejar la naturaleza de los objetos. Ningún material debe ocultarse. Pero además la Bauhaus se caracteriza por la experimentación con los nuevos materiales y técnicas. Es el caso del acero tubular en el mobiliario o de los fotomontajes en fotografía.
Economía de recursos
Teniendo en cuenta que la Escuela vive en el periodo de entreguerras, se entienden sus principios austeros. Apostaba por la simplicidad también en el uso de recursos: productividad, materiales precisos y economía de producción.