«Sin romper, sin tirar, cada cosa en su lugar… « ¿Alguna vez has cantado este mantra con tus hijos mientras recogías cantidades ingentes de cachivaches tirados por el suelo? Si la respuesta es sí, este post te interesa. El almacenaje para niños es la piedra Rosetta de cualquier familia con peques. Y recoger, su única religión. Vamos a ponernos un poco Marie Kondo: reflexionamos sobre el poder del orden y te damos algunos consejos. (Foto superior: Coco Mobiliario)
La celebración de las fiestas navideñas es la prueba de fuego para el almacenaje de los hogares medios. En ese preciso momento te das cuenta de que el almacenaje para niños nunca sobra en una casa. Y es que es probable que tus hijos acumulen más juguetes y ropa de los que puedan utilizar en tres vidas. ¡Qué le vamos a hacer, vivimos en una sociedad consumista!
Conseguir que recojan, el Nobel de la crianza
¿Aspiras a que te den el Premio Nobel de la Crianza? Pues ponte las pilas, porque conseguir que recojan es más difícil que ganar la lotería sin haberla jugado. He aquí algunos consejos que te pueden ayudar:
- Plantéaselo como un juego. Como todo en sus vidas, si no es divertido, no les interesa. Invéntate juegos a la hora de recoger, apóyate en canciones y bailes (no tiene porqué ser el mantra del «a guardar…», sé creativ@)
- Opta por muebles lúdicos que les recuerden a sus juguetes con colores y formas divertidas, y diferencia sus armarios o cajoneras por tamaños y edades, del más mayor al más pequeño, de manera que cada cual se preocupe de mantener su pedacito de habitación en orden.
- Coloca en cada cajón un contenido distinto. Así, con todo clasificado, solo tendrás que enseñar a los niños dónde va cada cosa y ellos mismos podrán hacerlo solos y sentirse autónomos, y ¡supermayores!
- Adapta el almacenaje para niños a sus necesidades. Es fundamental para implicarles en la tarea de recoger que puedan acceder a ciertos cajones, armarios o estanterías. No todos los compartimentos pueden estar a la altura de los más pequeños, pero sí es posible que tengan sus espacios de fácil acceso para guardar sus cosas. Y todo ello sin restarles espacio de juego en la habitación.
Elementos de almacenaje para niños
En esta religión de `recoger´hay cuatro profetas. Se llaman: Estantería, Cajonera, Cómoda y Armario. Ellos te guiarán hacia la paz espiritual siempre y cuando cumplas con el precepto de no dar ningún metro por perdido. Especialmente si la habitación es pequeña, incluso las paredes son nuestras aliadas.
- Estanterías. Son un elemento que da mucho juego porque permiten aprovechar las alturas de forma muy práctica. Hay estanterías bajas que resultan muy cómodas para los niños, ya que llegan fácilmente a todos los estantes sin ayuda. Pero si la habitación es pequeña y optas por estanterías altas, procura que en la parte inferior se encuentre aquello que los niños usan a diario para simplificarles la tarea. Combina también los diferentes fondos de las estanterías (algunas más estrechas y otras más profundas), según el contenido que necesites guardar.
- Cajoneras. Incorpora muebles con amplios cajones, para que cada cosa tenga su sitio y ordenar sea más fácil. Además, son el espacio perfecto para almacenar los juguetes más grandes, el material de dibujo, la ropa de cama o prendas de otras temporadas. Hoy en día podemos encontrar en el mercado soluciones de almacenaje integradas en las camas, como las que se pueden ver en el catálogo de las tiendas Intermobil (foto inferior).
- Cómoda. Para aprovechar el espacio del dormitorio al máximo con una distribución coherente, se puede colocar una cómoda, un mueble auxiliar que contiene almacenaje y puede servir al mismo tiempo de mesita de noche o estante para cuentos.
- Armario. un armario bien distribuido y con múltiples espacios de organización es clave para mantener la ropa en su sitio. Mejor, cuanto más profundo y con más compartimentos que aprovechen el espacio entre la barra de colgar y los pies.
Los beneficios de una habitación ordenada
Los niños aprenden por imitación, así que procura no descuidar el orden en tu propia habitación y te convertirás en su gurú. Habitar un espacio limpio y ordenado reporta beneficios psíquicos y físicos como estos:
- Mejora el descanso. El entorno aporta información y genera emociones que pueden ser excesivas. Ropa desordenada, una pila de libros en el suelo, juguetes esparcidos… Todo esto provoca un estado inconsciente de alerta cuando nos vamos a dormir. Si las cosas que llenan el espacio están desordenadas, pueden crear incomodidad e incluso ansiedad.
- Menos es más. Adopta la filosofía Wabi Sabi. En Japón existe la creencia de que las personas somos más felices cuantas menos pertenencias innecesarias atesoramos. Ayuda a tus hijos a seleccionar los juguetes, libros y ropa que ya no usen y donadlos para que puedan tener una segunda vida, en lugar de acumularlos en su habitación. Se sentirán útiles por poder ayudar a otros niños.
- Fomenta la autonomía. Es importante enseñar a nuestros hijos desde pequeños que todo tiene su propio espacio y que este les facilita su autonomía. Si tienen dónde guardar las cosas no se sumirán en el caos del desorden y serán más autónomos a la hora de recoger.
Ya lo sabes. El almacenaje para niños constituye un elemento imprescindible en la decoración y configuración de un hogar habitado por niños. ¡Únete a la fiesta! A guardar, a guardar, cada cosa en su lugar…