La reforma integral del Restaurante Sucrer. Un local en el centro de Valencia fue el encargo asumido por Ebesta para convertirlo en un restaurante de cocina mediterránea.
Un restaurante de líneas puras, donde los elementos decorativos ceden el protagonismo a la cocina. La sencillez y elegancia de su diseño se consigue combinando madera natural de pino abeto con una reducida paleta de color:
- negro
- gris
- blanco
El aspecto industrial del Restaurante Sucrer
Este local de restauración en planta baja, con grandes ventanales a la calle que aportan luz natural, tenía un elemento difícil de integrar en el proyecto: una gran cantidad de pilares en su interior.
David Sebastià, arquitecto de Ebesta, explica que “como revestimiento acoplado a la madera, se utilizó el VIROC®, un material conglomerado de fibras de madera unidas por un cemento coloreado, en este caso negro”.
La combinación de ambos consigue un aspecto que recuerda a la arquitectura industrial, al tiempo que se desdibuja la superpoblación de pilares, “con el uso de pórticos de mdf lacado en blanco, que se aprovechan además como iluminación decorativa/indirecta”.
Funciones estéticas y acústicas
En un restaurante de cocina mediterránea es fundamental el aislamiento acústico, por ello, se instalaron en el techo placas fonoabsorbentes y se generaron otros planos verticales que combinan funciones estéticas y acústicas.
Todos los elementos decorativos y funcionales se han diseñado y desarrollado exprofeso para este proyecto. Entre los que David Sebastià destaca los marcos/botellero en pared y el mostrador de recepción/cobro. “Una combinación de blanco y negro con un diseño exclusivo muy trabajado, y al que le hemos dedicado mucho tiempo”.