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Entrevista a Maria Empar Martínez, directora general de Industria, Energía y Minas de la Generalitat Valenciana

“El viento en contra, que es el de la pandemia, está en contra de todo el mundo. Vamos entonces a aprovechar la corriente a favor”.

Maria Empar Martínez, directora general de Industria, Energía y Minas de la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, considera que el sector de la madera y mueble tiene ventajas competitivas en este momento. Las claves son la inversión estratégica, las posibilidades de la economía circular y algo que ha traído la pandemia: al atrevimiento. 

Por Ana Valdés_

El Covid 19 nos ha traído una etapa de incertidumbre económica. ¿Cómo se ven las perspectivas desde la Dirección General?

La incertidumbre existe, ya que no sabemos cuánto va a durar esta situación, depende únicamente de la capacidad de la ciencia. Pero creo que también vamos aprendiendo a vivir en ella y con ella. 

Pese a que la empresa necesita seguridad y estabilidad, la industria y concretamente la del hábitat ha sido capaz de hacer frente a esa incertidumbre y de aprovechar la oportunidad. Es un sector ágil, que aprovecha sus ventaja competitivas.

¿Ha sorprendido la industria en ese sentido?

Por mi trabajo tengo la suerte de poder conocer e identificar capacidades en el territorio y en la industria, fortalezas que ya tenían pero ahora han salido a la luz: esa aptitud de sumar recursos, esa capacidad de reacción, esa flexibilidad… Ya era capaz de adaptar ciclos de producción y fabricar casi en función de demandas del mercado cambiantes, de adecuar la producción a las necesidades.

Y aún así, lo que sí ha sido sorprendente, o admirable, es que haya podido llevar esa flexibilidad hasta cambiar la producción, y hacerlo además junto a otros, para adaptarse a la situación de emergencia. 

Hay empresas que han cambiado las líneas de producción adaptándose a la fabricación de elementos de protección.

Sí, totalmente. Y puedo decir en primera persona la cantidad de empresas que mostraron su voluntad y capacidad de hacerlo desde el minuto cero. Si hubiera hecho falta un centro más de producción lo hubiéramos tenido, esa solidaridad ha sido impresionante.

¿Ha colaborado el Covid-19 a agilizar la digitalización?

En una parte sí, pero en otra no. Hemos dado un gran salto en teletrabajo y se ha digitalizado la comunicación empresarial y hemos ganado tiempo y operatividad. Además se ha potenciado la digitalización orientada a las ventas, con espacios comerciales alternativos que se han desarrollado al no poder utilizar los canales anteriores.

Donde creo que ese empuje no se ha notado tanto y debemos seguir incidiendo es en la digitalización de procesos productivos. El Covid ha hecho que nos diéramos cuenta de lo importante que es poder monitorizar a distancia, pero, aun así, no se ha avanzado tanto como en la comunicación interpersonal. 

Es una digitalización paralela, en campos que no estaba previsto, de momento, digitalizar: reuniones, congresos, ferias…

Sí, así es. Por ejemplo, la crisis provocada por la pandemia nos ha hecho reorientar algunas de nuestras acciones en seguridad industrial. Un ámbito, en principio no directamente afectado pero que el Covid nos ha hecho aún más sensibles a la importancia de aquello que funciona cuando no “se ve” como es la seguridad. Hemos visto la relevancia de disponer de sistemas de mantenimiento y operación a distancia que no existían o no estaban generalizados, de forma que, ante una imposibilidad de acceso a las instalaciones, se pueda detectar un problema e incluso reparar a distancia.

Desde el Consejo Valenciano de Coordinación de la Seguridad Industrial seguimos impulsando acciones para hacernos conscientes de ello e impulsar acciones de mejora de la seguridad industrial en todo tipo de establecimientos. 

¿Ha alterado la crisis sanitaria el Plan Estratégico de la Industria Valenciana?

Cuando acabó el estado de alarma, reunimos a las mesas sectoriales de la industria para revisar juntos el Plan. La conclusión fue que las estrategias son perfectamente válidas y que tenemos que seguir en la misma dirección, con las acciones y objetivos de las seis líneas: innovación; transformación digital; internacionalización y posicionamiento de la cadena global de valor; talento, formación y empleo de calidad; estrategia energética; y cooperación. 

La industria quería seguir invirtiendo y seguía necesitando apoyo. Se acaba de publicar la resolución de ayudas a la inversión industrial de las pymes. Hemos logrado recuperar el montante de 32 millones de euros que fue destinado a la liquidez inmediata que hizo falta en el estado de alarma para ayudas a ERTEs y autónomos; y es muy positivo haberlo logrado, pero aún es más positivo que todas esas pymes sigan manteniendo su inversión. La Administración aporta una parte, invierte porque invierte la industria, que sabe que su actividad va a seguir adelante. Reactivamos también FININVAL-Industria y publicaremos en breve la convocatoria para aportar más vías de financiación de la industria. 

¿Se mantiene entonces el Plan 2018-2023 para nuestro sector?

Sí, completamente. Las reuniones nos lo han confirmado, aunque el Covid haya hecho necesaria alguna adaptación, como actuaciones enfocadas a ferias online, espacios virtuales de comercialización, etc. 

Este año dimos además el salto de trabajar con convenios singulares, que desarrollan proyectos estratégicos de mayor calado, como el que tenemos con este sector, centrado en la economía circular. 

¿Es un valor estratégico para nuestro sector?

Sí, sin duda. En primer lugar, el mismo material aporta una ventaja competitiva. La madera, además de su altísimo valor en sostenibilidad, tiene una posibilidad de aprovechamiento muy elevada, al convertirse de residuo a insumo sin prácticamente procesamiento.  

En segundo lugar, porque en la cadena de valor del producto hay muchas sinergias aprovechables. Nuestro entorno es otra ventaja competitiva. Que el producto, material o servicio pueda llegar hasta nosotros con menor recorrido es economía circular. Además de proporcionar negocio a su territorio, pueden aprovechar juntos, empresa y proveedor de la misma zona, las posibilidades de su instituto tecnológico para dar competitividad a su producto o los servicios de sus asociaciones sectoriales para canalizar intereses comunes. 

Habría que revisar proveedores lejanos que se contrataron por coste hace una década, porque hoy en día puede resultar más económico el cercano, por coste, por calidad o por ventajas competitivas. Es perfectamente viable. 

El momento álgido de la pandemia la situación era de tal urgencia que se emprendían acciones sin esperar a que el contexto nos lo posibilitara. Nos atrevimos. Y funcionó. No perdamos ese dinamismo. 

¿Le gustaría transmitir desde la Dirección General algún mensaje al sector? 

Que aprovechen el viento que corre a favor. El viento en contra, que es el de la pandemia, está en contra de todo el mundo.  Ha surgido la atención al hábitat, como una nueva necesidad, con materiales de calidad, con interés por el producto, con nuevos valores de seguridad. 

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Maria Empar Martínez es una apasionada del teatro

Maria Empar Martínez, implicación y compromiso

Implicación, compromiso y afecto por el sector de la madera y mueble. Es Maria Empar Martínez. Con un discurso sereno, cercano y coherente, se acerca a la industria, observa y escucha, analiza y propone. Y lo vive. Es lo que más le gusta de su cargo: “la oportunidad de construir juntos, de impulsar conjuntamente proyectos ambiciosos y generar saltos interesantes que puedan añadir valor”. Su conocimiento del sector es innegable. No en vano creció profesionalmente muy cerca de él. Su otra gran pasión, el teatro, al que dedica como espectadora, gran parte de su ocio. 

Publicado en el periódico El Sector nº. 138