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La economía circular tiene un valor estratégico de competitividad para el sector del hábitat fundamental, más aún en la coyuntura económica en la que nos encontramos, como modelo industrial de aprovechamiento de los recursos y generador de sinergias entre subsectores.

Implementar estrategias de economía circular en nuestras empresas es clave para el futuro y una prioridad para las asociaciones sectoriales e institutos tecnológicos.

El modelo de economía lineal que se viene practicando desde la revolución industrial es finito, y está llegando a su límite. Es necesario avanzar hacia un modelo de desarrollo y crecimiento que optimice los recursos, las materias primas y los productos fabricados disponibles. La eficiencia de los sistemas productivos garantiza el crecimiento económico y un mayor bienestar en las sociedades. La economía circular da respuesta a estas necesidades, y el sector del hábitat parte con importantes ventajas competitivas.

Apostar por la sostenibilidad, en la actualidad y en un futuro próximo, va a ser un factor de competitividad

Alicia Pérez Torres, jefe de sección del departamento de Gestión de Procesos y Sostenibilidad de Aidimme, afirma que “si bien es cierto que el impulso del sector en la aplicación de la economía circular se ha visto mermado en estos últimos meses por la crisis económica desencadenada por la actual pandemia, no debemos olvidar que apostar por la sostenibilidad en la actualidad, y en un futuro próximo, va a ser un factor de competitividad que no deben desaprovechar las empresas”.

Y es que la industria de la madera tiene una posibilidad de aprovechamiento muy elevada. Como explica Alejandro Arias, CEO de Chapas Arias: “nuestra industria está muy avanzada en economía circular, no tenemos residuos y todo el material que no podemos comercializar se utiliza para generar energía de autoconsumo en el proceso productivo”.

Fevama y Aidimme por la economía circular

La importancia del modelo de economía circular para el sector del hábitat se deja ver en las nuevas directrices, tanto europeas como nacionales, recogidas en el nuevo Plan de Acción de Economía Circular de la UE, el Pacto Verde Europeo y la Estrategia Española de Economía Circular. “El sector está actuando a distintos niveles, asegurándose de la sostenibilidad de la materia prima (FSC, PEFC), diseñando sus productos teniendo en cuenta criterios ambientales, desarrollando procesos de fabricación eco-eficientes, poniendo productos en el mercado más duraderos y facilitando su reparación, y aplicando la jerarquía de residuos”, explica Alicia Pérez de Aidimme. Es por esto que Fevama y el Instituto Tecnológico están colaborando estrechamente para poder acercar a las empresas tanto el conocimiento, como las herramientas existentes para la transformación de los procesos lineales en circulares.

Alejandro Arias dice que la Unión Europea lleva muchos años trabajando en la legalidad de la madera, y las empresas madereras o consumidores de derivados madereros, “nos estamos certificando en FSC o PEFC para garantizar la sostenibilidad de nuestros productos que derivan de los bosques mundiales. Ahora necesitamos que las administraciones, a través de la economía circular, nos ayuden a comunicar que la madera como materia prima es mucho más sostenible que los productos sustitutivos”.

La creación de una ecoetiqueta

El apoyo de la Administración Pública pasa por la financiación de la adaptación de los procesos de fabricación, por la desgravación fiscal para aquellas inversiones ligadas a tal fin; así como la reducción de impuestos asociados a productos que hayan sido ecodiseñados, o que cumplan con criterios ambientales establecidos y mejoren su comunicación a través de las diversas ecoetiquetas disponibles. “Incluso creando un distintivo y un registro para aquellas empresas que tengan implantada alguna estrategia de circularidad”, afirma Alicia Pérez.

Esta creación de un distintivo o ecoetiqueta por parte de las Administraciones es una reivindicación de muchos empresarios, que ya practican la economía circular en sus negocios. Como dice Alejandro Bermejo, CEO de Alto Turia, en el sector de la madera “tenemos el 90% del camino recorrido. Nos hace falta comunicación y marketing, y la herramienta de un `sello verde´ que nos permita aumentar las ventas”.

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Esquema del proceso de arquitectura de economía circular (Foto: Fundación Conama)

La arquitectura de economía circular, un reto de futuro

La construcción es un sector que consume recursos y genera residuos y emisiones de gases. Por ello la economía circular, como estrategia de aprovechamiento cíclico de todos los recursos, podría convertirse en el modelo clave de la arquitectura del futuro. La arquitectura Passivhaus es un comienzo, sin embargo estos diseños no llegan al final del problema, ya que se centran únicamente en la fase de uso de los edificios, y gran parte del impacto se produce en la construcción y demolición. La arquitectura circular es una evolución del concepto de economía circular que busca resolver esta cuestión,  transformando el esquema lineal en un esquema circular. Esto implica construir a partir de elementos y materiales desechados de edificaciones anteriores, reciclados o reconvertidos. De esta forma, al final de su vida útil la construcción, los elementos se retiran de forma ordenada para catalogar su nueva utilización en el siguiente proyecto. 

Publicado en el periódico El Sector nº. 138