Se acercan las vacaciones de Semana Santa y con ella las escapadas a lugares no muy lejanos que nos permitan descansar, desconectar y disfrutar de la naturaleza. Desde hace algunos años, los hoteles rurales son una opción cada vez más demandada por los turistas nacionales, y se han convertido en espacios de diseño, acogedores y muy cuidados. El interiorismo textil es una de las grandes bazas para lograr diferenciarse en un sector, el turismo rural, altamente competitivo.

La esencia de un hotel rural está en su capacidad para fusionar comodidad, calidez y estética; transmitiendo la belleza natural del entorno. Hemos hablado con expertos de Carmela Martí para que nos den algunas claves de interiorismo textil con el fin de enfatizar la calidad y la naturaleza de estos espacios.

Cómo aplicar el interiorismo textil al turismo rural
- La tapicería. La elección de la tapicería en debe priorizar dos aspectos: la durabilidad y el confort. Es muy importante la calidad de los materiales y las texturas, que sean ricas y agradables al tacto, pero que resistan bien el desgaste. Muchos de estos hoteles se encuentran en zonas de esquí, y también son frecuentadas por familias con niños y mascotas.
- Ropa de cama. En un buen interiorismo textil debemos tener en cuenta la ropa de cama. Que se adapte a las características climatológicas de la zona. Por eso los elementos textiles para la cama deben garantizar la comodidad en las noches más frías. Mantas, nórdicos y colchas no pueden faltar en la habitación, ya que hay quien prefiere la suavidad de una manta, la ligereza de un nórdico o cubrirse con una colcha en verano.
- Cortinas. Como en cualquier hotel, las cortinas tienen la función de regular la luz y proporcionar privacidad. Para los hoteles rurales y de montaña se puede optar por materiales con apariencia más natural, que armonicen con el entorno y ayuden a crear una conexión más fluida entre el interior y el exterior.
- Alfombras. Juegan un papel fundamental en el interiorismo textil de este tipo de alojamientos, para guardar el calor y evitar que el suelo esté extremadamente frío. Los diseños pueden evocar la naturaleza con colores tierra, verdes suaves o tonos neutros.
- Accesorios textiles inspirados en la naturaleza. Cojines, plaids y otros complementos textiles son los detalles que pueden transformar el espacio y dar ese toque diferenciador. Carmela Martí recomienda combinar colores y texturas, poniendo especialmente énfasis en la naturaleza del entorno en que su ubique el local. La gama cromática debe ser acogedora y relajante, con colores suaves que contrasten con un verde bosque o un azul profundo. Incluso podemos atrevernos con colores cálidos más intensos como el ‘peach fuzz’ (Color Pantone 2024) o el terracota.
Fotos: Carmela Martí Decoración