mujer joven en el centro de formación de Catarroja

En los últimos meses hemos escuchado hablar de la escasez de trabajadores cualificados en diversos sectores, y uno de ellos es el hábitat. Una industria que se percibe entre la juventud como tradicional y anticuada, a pesar de que las fábricas y talleres hayan cambiado el lápiz en la oreja por la tablet en la mano. Empresarios y formadores analizan en este reportaje la situación actual de la demanda de personal en nuestra industria.

El aumento inusitado de la demanda en el sector del hábitat en 2020 y 2021 se ha visto empañado por la crisis de materias primas, provocada por el aumento de los precios en el transporte y las energías, y el desabastecimiento. Pero a este problema se suma uno nuevo: la falta de personal formado en el sector. Al tiempo que los empresarios capean el temporal de la rotura de stocks, también tratan de hacer frente a los plazos de los pedidos con una notable escasez de mano de obra cualificada.

En la Comunidad Valenciana hay más de 2.600 empresas que dan empleo a 20.000 personas. Es un sector en auge.

Jóvenes alumnos del Centro de Formación de Catarroja, que lucha contra la escasez de trabajadores en el sector

Auge del mercado

Alejandro Bermejo, presidente de Fevama y CEO de Alto Turia, cree que este aumento sin precedentes de la demanda del mercado del hábitat y las reformas en las viviendas ha pillado en jaque al sector. “Hace falta un poco de tiempo para que la gente sea consciente de que el tirón de la rehabilitación y las reformas no es algo estacional; sino que son sectores donde se puede crecer y conseguir buenas retribuciones como trabajador”.

Y en mueble, la situación es similar. Según Fevama, hay más de 2.600 empresas en la Comunidad Valenciana pertenecientes al sector del mueble, que dan empleo a 20.000 personas y facturan 2.000 millones de euros al año. “Es necesario un 40% más de trabajadores para asumir una demanda que durante la pandemia ha aumentado un 13%”, afirma Bermejo.

¿Por qué hay escasez de trabajadores?

Muchos empresarios achacan la escasez de trabajadores cualificados en esta industria  al boom del ladrillo. Es el caso de Antonio Muñoz, CEO de Koo International: “desde hace un par de décadas detectamos una fuga de trabajadores hacia otros sectores como el de la construcción y, como tampoco eran tiempos expansivos, lo fuimos mal llevando. Ahora el envejecimiento de las plantillas nos está abocando a una escasez de trabajadores nunca antes vista”.

Kiko Torrent, director financiero de Latorre, se expresa en los mismos términos: “desde 2008 no ha habido relevo generacional en nuestro sector y, al ser uno de los más afectados por la crisis, las nuevas generaciones no se han acercado a nuestra industria. Por ejemplo, en nuestra fábrica todas las costureras son mayores de 50 años y no van entrando chicos y chicas jóvenes que quieran aprender el oficio”. Además de arrastrar los malos resultados de la crisis económica para el sector del mueble, “existe la percepción errónea de que en el mueble no se gana dinero”.

alumno de formación en carpintería utilizando tecnología

¿Qué perfiles son los más solicitados?

Los empresarios coinciden en que hay escasez de trabajadores para prácticamente todos los puestos; desde montadores hasta ebanistas o tapiceros, pasando por los perfiles más tecnológicos relacionados con la automatización de la producción y, cómo no, la industria 4.0. Kiko Torrent y Antonio Muñoz, cuyas empresas se dedican al mueble tapizado, acusan la falta de tapiceros/as y costureras/os, además de patronistas o técnico de CNC en la sala de corte.

Según los centros de formación más importantes de la Comunidad Valenciana, el CRN de Transformación e Instalación de Madera y Corcho de LABORA en Paterna y el CIPFP Catarroja, los profesionales más demandados son aquellos más preparados en nuevas tecnologías y competencias digitales, con especialidades variadas como oficinas técnicas o mecanizado en máquinas de control numérico por ordenador. También son necesarios instaladores y montadores de mobiliario.

costurera de Latorre fabricando un sofá
Foto: Latorre

Patricia Sancho, directora de Marketing de Madersan, ha tenido algunas dificultades recientemente para hacer frente a los pedidos de sus clientes, precisamente por la escasez de trabajadores. “Nos ha costado encontrar trabajadores en tres perfiles principales: oficiales de control numérico de pantógrafos o galceadoras; repartidores de mercancía con carnet de conducir C, tarjeta tacógrafo y CAP; y encargados o responsables de equipos de trabajo con experiencia en el sector”.

La importancia de la formación

Alejandro Bermejo confirma que “hay trabajadores, pero necesitamos personal con un mínimo de formación o, como ocurre en la mayoría de las ocasiones, acabamos por formarlos en las propias empresas”, y esto supone un esfuerzo económico para el contratador.

Como explica Paco Casino, CEO de la empresa de ventanas de madera eficientes Caelux, “las empresas buscan cumplir objetivos. No son escuelas”. Y aboga por recuperar la figura del aprendiz, sin que ello repercuta económicamente en el empresario, con ayuda de la Administración. “Lo importante no es que aprendan a utilizar, por ejemplo, una máquina de corte; sino que sepan qué tienen que hacer con ella”. Y esta formación, según Casino, los alumnos no la adquieren en las escuelas, sino trabajando. “El trabajo se aprende trabajando y lo pueden aprender en las empresas, con el apoyo de la Administración”.

Un sector atractivo y tecnológico

“Es necesario transmitir a los jóvenes que el sector del mueble y la madera es una industria innovadora que ofrece amplias salidas profesionales”, dice Antonio Muñoz. “Las empresas han modernizado sus instalaciones, la maquinaria es de las más avanzadas del tejido industrial y además contamos con un alto nivel de internacionalización”. Por su parte, Kiko Torrent añade que se trata de un “sector en el que sí se gana un salario digno, tiene futuro y además es sostenible”.

Alejandro Bermejo incide en que nuestra industria es una de las que más empleo genera y de los mejores retribuidos. “Quizás los jóvenes tienen una imagen del sector desactualizada, ya que nos encontramos ante una industria digitalizada, sensibilizada con el medio ambiente y adecuada para la conciliación familiar”. Paco Casino no duda en señalar que “el oficio de la madera es para personas muy inteligentes, para gente inquieta, en el que puedes aprender y evolucionar toda tu vida laboral”.

Modernización de los centros de formación

Desde los centros de formación, insisten en la necesidad de difundir los aspectos más tecnológicos de la actualidad del sector. “Nos encontramos con una industria a la vanguardia técnica y tecnológica. Son cada vez más las personas con titulaciones profesionales universitarias, altamente cualificadas, que encuentran en nuestro sector un empleo estable en el que desarrollarse y crecer profesionalmente”, aseguran desde la Sección de Formación del Instituto Tecnológico de la Madera, Aidimme.

Trabajador en el taller de Alto Turia
Foto: Alto Turia

En el CIPFP Catarroja coinciden en que se trata de un sector tecnologizado. Rafael Navarro, director de este centro de formación, explica a los jóvenes en sus jornadas de puertas abiertas que son trabajos seguros que utilizan tecnologías innovadoras, procesos 4.0, CAD-CAM, materiales innovadores y ecológicos. “La empleabilidad está garantizada para las personas cualificadas, tanto en los ciclos formativos como en los certificados de profesionalidad”. Además, dice, “tenemos una industria de mobiliario y contract que incorpora diseño y calidad, que se exporta a otros países, generando puestos de trabajo en España”.

Puedes leer el reportaje completo sobre la escasez de trabajadores en el periódico El Sector núm. 141

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